Pongo replay en mi mente, hundiéndome en recuerdos de un cuento feliz y ahí es que contesto que es una pregunta estúpida difícil de responder. Me enseñe, te enseñe, nos enseñamos que la vida es un ir y un venir y comprendí que cuando se ama no hay fin. Compré un lápiz sin punta queriendo dibujar un final, pero su madera rompió la hoja y rasguño como uña en piel, dejándome caer inventando episodios sin emisión. Ahí comprendí que no vale la pena reaccionar, vale la pena sentir. Comprendí que de a dos es mejor, que una sola en una tempestad. Entendí que nada es color de rosa, sino el color del cual uno pinta. Como también que nada viene y se va con el viento, sino que se deja perder. Y ahí comprendi que mi vida sin él, no seria la indicada. Comprendí que caminando de tu mano, voy mejor que rondando sola calles sin salida.